Soy estudiante de tercer año de la Escuela de Derecho de la UPR, me gradúo en mayo y empiezo a trabajar en octubre. Hoy 1 de mayo de 2010 estoy entre el mundo laboral y el mundo estudiantil y no puedo sentirme más orgullosa de vivir este momento. Algunas personas al saber que apoyo el movimiento estudiantil y la huelga me han hecho una serie de preguntas que me parece importante comentar: ¿La huelga te afecta directamente? ¿Te vas a poder graduar a tiempo? ¿Pierdes el semestre? Debo confesar que me sorprendió de primera intención la superficialidad de las preguntas. Muy pocas personas –por no decir nadie- me preguntaron cuál es la situación en la UPR, qué motivó la huelga o por qué yo la apoyaba.
Debo empezar dejando claro algunos puntos generales. Soy estudiante graduanda; quiero terminar el semestre, revalidar en septiembre y empezar a trabajar. Sin embargo, creo que la mentalidad individualista de pensar solamente en la fecha en que será la graduación o que si se alarga el calendario del semestre o no es precisamente lo que tiene al país como está. Lo he dicho anteriormente, y me reitero, en Puerto Rico hay que pensar en la justicia social. Este concepto que suena tan bonito como lo qu es, brilla por su ausencia en los discursos de las personas que controlan las esferas de poder. Ya no se habla de tratar de compensar por las desigualdades, ahora se marcan y se subrayan. Ya no se habla de igualdad de oportunidades, ahora se habla de menos derechos y más privilegios.
Para mí la escuela de Derecho no significa meramente la obtención de un título. Yo no quiero simplemente trabajar de abogada, quiero aportar a que Puerto Rico sea el país con corazón de oro que siempre he imaginado, el país que no mira para el otro lado ante las injusticias y que ofrece la mano al que no puede subir porque le falta una escalera. Yo no quiero que pasados tres años estudiando en la escuela de Derecho, mis únicos recuerdos sean de conversaciones triviales en el pasillo, de horas de estudio y de ansiedad por los exámenes.
Cuando yo obtenga mi diploma de la UPR, espero poder decir con orgullo que la escuela de Derecho-UPR pasó por mí y se quedarán en mí los recuerdos de luchas incansables que comenzaron en un salón de clase, pro-bono u organización. Son luchas por una sociedad que crea en la igualdad de oportunidades y que reconozca nuestros derechos humanos. Quiero reafirmar esa creencia en que el Derecho no puede mantenerse ajeno a los cambios sociales que anhelamos, creo que podemos ser agentes de cambio.
Quizás otras personas no comparten mis ideas o mi motivación, pero mientras más me acerco al mundo laboral más patentemente necesaria me parece la lucha estudiantil. Yo pude haber estudiado en la UPR sin exenciones y sin beca alguna, tengo el “privilegio” de haber nacido hija de un profesional que hubiese podido pagar lo necesario para darme una educación. Pero, por haber tenido este “privilegio” no dejo de pensar que la educación es un derecho. He tenido la oportunidad de conocer en la universidad amistades muy valiosas que no hubiesen podido estudiar de no ser por las exenciones o becas que recibían. Son personas que cursan ahora estudios en Derecho o posgrados en otras ramas, por ejemplo la psicología. Son personas que agradecen el que se les hayan ofrecido herramientas para hacer valer su derecho a acceder a una educación superior y que desean dedicarse al trabajo en el sector público, de desarrollo comunitario u otras áreas con fines sociales.
El tema del movimiento universitario es mucho más complejo de lo que puedo exponer en esta entrada. Esta lucha no la lideran unas pocas personas «revoltosas» como quieren hacer ver, mucho menos segmentos políticos del país. Pero tampoco decide su rumbo una administración intransigente e indiferente a nuestros reclamos. El curso de la lucha estudiantil lo dirigimos el estudiantado preocupado por el futuro de la UPR y de Puerto Rico, nuestro país. Por esto quiero que quede claro:
La lucha estudiantil tiene una importancia que sobrepasa los cambios en el calendario o la fecha de graduación. La huelga afecta al estudiantado, particularmente a quienes participamos de actividades relacionadas a esta lucha, pero nuestras exigencias a la administración no son insensatas, son necesarias.
Estoy completamente de acuerdo con tus palabras… nos separan UNOS CUANTOS años, pero también soy candidata a graduación de la Escuela de Derecho, y me llena de orgullo decir, no solamente que pasé por ella, sino que la misma dejó huella en mí… me gradúo en mayo, revalido en septiembre… aún no tengo trabajo como abogada pero eso no me quita el sueño… al igual que te ha pasado, mucha gente se queda sorprendida de que apoyo la huelga… ayer precisamente alguien me comentaba–muy cínicamente de hecho: «sabes que a la junta examinadora le va a importar un ca… que había huelga…no vas a tener diploma, eso me preocupa…» Sin embargo, eso no me preocupa, pues el mensaje contundente TIENE que llegar, pues mi país, la sociedad en que vivo, es más importante en este momento que mi diploma. No quiero el título por llenarme la boca diciendo, soy abogada… quiero el título porque representa aquéllo en lo que creo: la justicia… y la justicia para todos por igual. ¿Que a veces me da un poco de ansiedad la situación? Por supuesto– pero se sigue adelante… En unas semanas terminaré la escuela de derecho y atrás quedarán las trasnochadas y los desvelos…conmigo se queda no solamente el conocimiento, sino la convicción de que si no se lucha por lo que se desea obtener, se pierde
Te felicito por esta reflexión y por tus actos firmes. gracias por compartir tu experiencia. Verdaderamente, al verte y leer esto nos llenas de energía a muchos y muchas.
Supe de esta entrada por facebook a traves de companeros abogados. Soy egresada de la Escuela de Derecho de la UPR. Me gradue en 1998 y tengo mi propia practica en la actualidad. Te felicito por tus nobles aspiraciones e ideales de justicia e igualdad. Te digo sin embargo que el camino es largo, nunca cesa. En ese camino tendras muchos momentos en que vacilaras, en que te preguntaras si vale la pena, en que cambiaras de acmpanantes, pues te daras cuenta tambien que muchos tienen sus propias agendas. Te daras cuenta al final, si buscas el camino de la sabiduria, que la razon no grita, que el unico camino es el de la paz, que en la mayoria de las ocasiones la justicia social no requiere ser parte o liderar grandiosas luchas, sino practicar la caridad en el dia a dia, ser etico, ensenar con el ejemplo, ahi es que se fraguan los grandes cambios. Ser abogada te impondra la responsabilidad de ser modelo en actitudes, no importa donde estes y lo que hagas. La razon sera tu herramienta, sin hacer dano ni fisicamente ni verbalmente, y como tantos personajes de la historia que han liderado causas a traves de la desobediencia civil, te daras cuenta que es imprescindible dejar de lado el coraje, la ira, el resentimiento para poder lograr la negociacion, el bien comun y la paz, aunque otros te digan que las soluciones se logran a pesar de tu oponente y no incluyendo a tu oponente. Te deseo lo mejor.